Viviendo en una Residencia de Estudiantes en Alemania

Llego apurado a casa, afuera hacen -5 grados y se sienten! Antes de entrar veo que hay una Muñeca Inflable olvidada sobre una bicicleta. Intento recogerla, pero aún hay demasiada gente en la calle observando.

- Mejor esperaré hasta mañana- Pienso y  sonrío coquetamente.

Finalmente entro al Block y ansioso  reviso mi buzón en busca de alguna carta que contenga buenas noticias, pero como ya es costumbre, solo encuentro publicidad de pizza y condones con descuentos especiales para estudiantes. Cabizbajo tomo el ascensor que me llevará hasta el último piso del Block mientras guardo en mi bolsillo uno de esos anuncios. En ese pequeño recorrido por cada piso, el intenso olor a condimento va penetrando cada orificio del viejo ascensor. ¿La culpa de ello? La gran cantidad de estudiantes indios que viven acá y sus comidas exageradamente sazonadas. Todo estaría bien si cocinaran con la puerta de sus departamentos cerradas, sin embargo muchos de los departamentos de este Block no tienen ventana y tampoco un extractor de aire en la cocina, por lo que, cuando se cocina, se debe irremediablemente mantener la puerta de acceso al departamento abierta para que éste se pueda ventilar. El problema es que ese olor se propaga por todo los pasillos del Block, provocando que yo, en el último piso,  salga del ascensor oliendo a curry.

El último piso del Block es el número 10, ahí vivo yo hace exactamente 19 días con un africano, una alemana y una niña de Mongolia. Todos estudiantes. Solo pago 210 Euro (todo incluido) y por fin estoy cumpliendo el sueño de vivir en una “residencia de estudiantes”. Y lo mejor de todo, es que queda al lado del ST Club, que es un Pub/Disco para estudiantes donde todos los Martes entre las 22.00 y 23.00 hrs. se puede tomar toda la cerveza que resista tu cuerpo completamente gratis. Realmente una maravilla.

Al entrar a mi departamento saludo a mi compañero de piso Guayanakollowafuankiwi – la verdad, no sé cómo se llama es un nombre muy largo que aún no me lo aprendo, pero lo que sé, es que es algo  que rima con “kiwi”-  Él, como ya dije,  viene de África y estudia ingeniería mecánica. Lo encuentro justamente en la cocina cortándole la cabeza a un pescado. Al parecer hoy se cocinará su tradicional sopa de “Cabeza de Pescado” que deja todo el departamento por un par de horas  con ese agradable aroma.

Por fin entro a mi pieza y respiro profundo.  

Enciendo la luz en modo "tenue" y me acerco a mi ventana mientras abro una botella de Whisky barato comprado el día anterior. Me saco un poco de ropa impregnada aún en curry y semi-desnudo me pongo a contemplar la Luna. Luna que esta vez se encuentra curiosamente roja. Como si se sonrojara al ver mis pezones.

Luego de un par de tragos, enciendo mi computador y reviso los mensajes del Facebook. Entre ellos, uno de Bekki que decía: “Oie!! Te llegó la carta de extranjería la cual confirma que puedes trabajar, hihi”. - Acompañaban el mensaje algunos “Emoticones” con caritas felices-.

Me costaba creerlo, había esperado casi 4 meses por esa carta, pero era verdad, efectivamente me acababa de llegar  a mi antiguo departamento la confirmación de que puedo trabajar legalmente como estudiante. Luego de eso, solo había que festejar…

La botella de Ron sobre el piso denota que la fiesta estuvo buena.

Luna sonrojada...



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