VIAJE A EUROPA (Semana Nº3)

                                         Tercera Semana ( 19-25 de enero)

Zoológico

La idea surgió de Bekki; ir un día al Zoológico de Rostock!!!, ella siempre había querido ir, sin embargo no se había presentado la oportunidad. En ese instante me di cuenta que nunca en mi vida había ido a un zoológico, y que el animal más exótico que había visto era una Mona que mi tía había llevado desde Bolivia a Arica (hace 20 años atrás). – Ya que el primate estaba en peligro de extinción y para evitar tener problemas con la policía en la frontera, mi tía la intentó introducir a su bolso, sin embargo al ver que gritaba y se movía demasiado, tuvo que hacerla  dormir haciéndole inhalar cloroformo. Eso no fue suficiente, ya que  a veces despertaba, y cuando esto pasaba procedía a aturdirla con sutiles golpes en la cabeza.  De esta manera, y sin problemas pudo llevarla a Arica escondida bajo su abrigo. La Mona “Tomasa” vivió feliz cerca de 8 años, todo el mundo la quería, no tuvo novio y murió viejita, al tratar de comer una rata.-

Llegamos al Zoológico a las 2:32 pm, de un día martes de mucha nieve. El lugar parecía vacio, ya que por la hora y el día, la mayoría de la gente  de la ciudad estaba en el trabajo, en sus casas,  en la escuela o en la universidad. El ticket de ingreso costó 16 euros, lo cual en un principio me pareció un poco caro, no obstante, luego de recorrer completamente el lugar, me daría cuenta que era un valor razonable.

El lugar era inmenso, y guiados por un  didáctico plano recibido en la entrada, empezamos a recorrer cada área del zoológico; el de las aves, el de los animales venenosos, el de los monos, etc.

El animal que más me impresionó, fue el Gorila que estaba en un recinto especial dentro de  un museo llamado "Darwineum", el cual mostraba la Evolución del Hombre. En esa área el  mono, tenía árboles, barriles, tierra húmeda, hamacas y mucha comida. Además como si lo anterior fuera poco, le habían traído hace dos meses atrás, a dos hembras para poder procrear. Lo tenía todo. Admito que  por unos segundos sentí un poco de envidia.

Personalmente, estaba algo emocionado ya que el zoológico en general, tenía un  belleza natural única  y tenía la oportunidad de plasmar todo eso a través de  fotografías, sin embargo, debido a mi estupidez característica, había llevado conmigo mi cámara fotográfica pero sin la Tarjeta de  Memoria. Por ese motivo no hay registro fotográfico de aquel momento. Solo existen  algunas fotos tomadas por Bekki, con su celular, pero la calidad  de éstas - como es de suponer - es un poquito baja.

Nota: El tranvía desde el centro de Rostock hasta el Zoológico me costó 1,6 euros y demora aproximadamente 20 minutos.


Foto de mala calidad de Tucanes

Foro de Pésima calidad de Leona

Foto (si es que podríamos llamarla así) de ...animales


Concierto de Voz de Amiga de Bekki.

El viernes, Katja – una amiga de Bekki proveniente de Rusia – nos invitó a la Universidad de Música a una especie de “recital privado” que daría ella con  algunas de sus compañeras que estudian justamente; Música, a las 2:00pm. Como Bekki iba a estar en la Universidad desde temprano, nos encontraríamos allá.

A las 1:32pm partí con la bicicleta a la “Uni” (como le dicen acá). Ya había estado antes en ese lugar, pero el camino no lo recordaba muy bien. Luego de perderme varias veces entre las pequeñas calles del centro de Rostock, y preguntarles a algunas personas  pude hallar la Facultad de Música.

Entramos al recinto donde las estudiantes cantarían. Era una sala muy pequeña con un gran piano de cola y con 15 niñas, 7 de las cuales cantarían en esa ocasión. Las demás eran amigas de las que cantarían, al igual que yo, eran el “público” del evento.

El concierto duró cerca de una hora, cada una de las niñas salió al “escenario” y cantó dos o tres canciones, siempre acompañadas del piano que lo tocaba prolijamente una estudiante o en algunos casos la profesora. Eran canciones clásicas, de esas que cantan las señoras que actúan en los teatros, “Sopranos” creo que se llaman.

Los 15 minutos iníciales fueron entretenidos ya que era una experiencia nueva. No estoy acostumbrado a estar en un lugar que huela tan bien,  rodeado de gente “artista” y más encima con personas que cantan espectacular.
Sin embargo después de los 15 minutos la cosa se tornó un poco monótona, por lo cual comencé a hacer otras cosas. Al querer entretenerme  resolviendo problemas de matemática de Bekki mientras las niñas seguían cantando, me gané en varias ocasiones la mirada de desaprobación de la profesora, debido a mi actitud “de poco interés” para con las niñas cantoras. No me importó mucho en realidad y seguí en lo mío. Al rato después, Katja se dio cuenta de la situación y junto con Bekki me quitaron el cuaderno y el lápiz.


Carrete en Club ST

El día viernes en la noche decidimos juntarnos con Katja y su pololo para carretear. La previa sería a las  9:00pm en  su departamento y luego iríamos a un Club.

El copete lo habíamos comprado, junto con Bekki, unos días antes en el supermercado; cerveza (pack de buena chela 3,5 euros) y champagne (4,5 euros).

Luego de; llegar tarde al paradero, perder el tranvía, romper una champaña en el paradero, tomarnos una cerveza en el paradero, ir al supermercado a comprar más cerveza y champaña, volver al paradero que aún tenía olor a champagne,  tomar el tranvía (que pasó 30 minutos después del que perdimos), presenciar una pelea de pololos flaites dentro del tranvía (con escupitajo en la cara incluido), bajarnos del tranvía, caminar 300 metros, perdernos, llamar a Katja, encontrar el Block de Katja, pudimos al fin… llegar a su departamento!!!.

Katja arrienda un departamento a 20 minutos del centro de Rostock. Éste  posee lo necesario para un estudiante; un baño, una cocina y una habitación que sirve de dormitorio y living-comedor. Ella paga 220 euros al mes por el arriendo  más el consumo de luz y agua. Es en realidad un departamento muy cómodo.

Luego de tomar un poco y jugar a los típicos juegos carreteros acompañados por naipes. Nos fuimos al Club “ST” que curiosamente queda a unos pocos  metros de nuestro departamento. Esta vez fuimos en el auto del pololo de Katja; el futuro policía alemán Arne (al cual en algunas ocasiones y producto del alcohol llamé  “Ano”, mis disculpas hacia él).

La fiesta en el Club estuvo muy buena. Mi ticket de entrada costó 3 euros. Los amigos de la Bekki, todos muy buena onda. Muy buen ambiente, mucha gente y muchos globos. Uno de esos globos al parecer fue el causante de que al querer ir al baño, casi al terminar la fiesta, yo cayera al piso de manera poco glamurosa a través del pasillo  que conecta la disco con los baños. Dignamente me levanté, sonreí, caminé dos pasos y volví a resbalar, esta vez, el culpable fue la cerveza que había derramado segundos atrás. No alcancé a tocar el piso de nuevo, ya que el muro y mi cara no lo permitieron. Luego de esto la fiesta continuó, empezaron a tocar canciones "rockeras" ( The Strokes, System of a down, etc.) y terminó a eso de las 6 am. Con eso finalizaba uno de los mejores carretes a los cuales había ido en Alemania.

Nota: Si quieren ahorrar dinero cuando estén en Alemania, una de las formas de hacerlo es NO comprar el ticket para los tranvías. En muy pocas ocasiones hay una fiscalización de ello. Pero si andan con mala suerte y los fiscalizan, deberán pagar 40 euros de multa.



Paseo por Lagos con hielo

La hermana de Bekki, Janka, nos invitó a patinar sobre hielo un día domingo. Así que fuimos en su auto, junto a su esposo Tobi, a un pueblo cerca de Rostock donde  existía un pequeño lago que producto del frio estaba convertido en hielo. Era el lugar perfecto para practicar o  en el caso mío “tratar de practicar” este deporte.

Llegamos y había cerca de 7 familias patinando con sus hijos. Como nunca en mi vida había patinado - siempre pensé que era un deporte para afeminados -  quise primero, caminar sobre el hielo con mis zapatos, de modo de “tantear” el terreno  para evitar caerme y hacer el ridículo desde el comienzo con los patines.

En un instante y sin darme cuenta, ya estaba caminando en el medio del lago, si, sobre el agua!!!, tal como lo hizo “Jesús Cristos” hace 2000 años atrás. Luego de esa experiencia religiosa, y con la confianza de poder hacer cualquier cosa que me propusiese, incluso  convertir el agua  en  vino  – horas más tarde lo intentaría ya que tenía sed, y quería tomar vino, no me resultó. Me tuve que conformar con un licor que habíamos comprado en el supermercado y en cuya botella aparece una estúpida y sensual guinda de labios anchos, muy coqueta, que cerrando su ojo derecho sensualmente te incita  a que compres ese licor - , fui a buscar los patines que me prestaría Tobi, y me lancé a patinar.

Después de  sacarme la cresta 4 veces  en menos de 5 minutos, junto con algunas carcajadas de los niños presentes,  me di cuenta que efectivamente es un deporte para afeminados. Devolví los patines, me saqué el hielo pegado en mi ropa producto de las caídas y di término a mi primera experiencia de patinaje sobre hielo.
Caminar sobre el agua, no solo Jesús puede hacerlo
Estúpida y Sensual Guinda...




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